Xantal: Según las previsiones, en 2050 ningún coche que contamine circulará por las carreteras del estado español. Para ir cumpliendo con estas previsiones, en 2030 debería haber ya entre 220.000 y 300.000 puntos de recarga de coches eléctricos, pero ahora mismo solo hay 3.800. Esto significa que, si se quieren cumplir las previsiones, hay que ponerse las pilas… ¡ya sean eléctricas o del tipo que sea!.

X.: Jordi Griful, CEO y co-fundador de Quantion, empresa especializada en innovación y transformación digital, bienvenido una vez más a ADN Digital.

Empecemos con una serie de datos que me han llamado la atención: en 1830 un agricultor tardaba entre 250 y 300 horas en producir 2.700 kilos de trigo. En 1890, con maquinaria impulsada por caballos, se tardaba entre 40-50 horas. Y en 1975, con los grandes tractores y recolectoras, un agricultor podía producir estos 2.700 kilos de trigo en solo 3 o 4 horas. Sin duda, las máquinas redujeron los costes de producción. Esto condujo a los trabajadores agrícolas a emigrar a las ciudades, donde ayudaron a que la economía industrial se desarrollara y creciera. Jordi, ¿dónde nos lleva esta cadena de acontecimientos?.

Jordi: La tecnología siempre ha alimentado el crecimiento económico, ha mejorado las condiciones de vida y ha abierto vías a nuevos y mejores tipos de trabajo. Los recientes avances en inteligencia artificial y aprendizaje automático nos llevan, por ejemplo, a los coches sin conductor y marcan el inicio de un cambio radical en el mundo tal como lo conocemos. Nos guste o no, el cambio está llegando, y lo peor que podríamos hacer sería ignorarlo.

X.: Y se ha redistribuido buena parte de él en los consumidores también, ¿no?

J.: Sí. Cuando Amazon ofrece una entrega gratuita el mismo día o el día siguiente, esta entrega no es realmente gratuita, puesto que a Amazon le cuesta recursos importantes conseguirlo. Los beneficios de las inversiones de Amazon en automatización y mejoras en su cadena de suministro se reflejan a través de la combinación de precios más bajos, una mayor variedad y una entrega más rápida, mientras la compañía compite para ganarse los consumidores. Desde esta perspectiva podemos entender que buena parte de los beneficios van a los consumidores y no a los productores.

X.: Pero, por muy maravillosos que hayan sido los beneficios de la tecnología, también se están dando en uno entorno de más desigualdad, con una clase mediana decreciente y dificultades a la hora de encontrar trabajo.

J.: Efectivamente. La gente podría preguntar: “¿Dónde están todos los puestos de trabajo y por qué han desaparecido?”. Algunos culpan a los inmigrantes; otros a los acuerdos comerciales, y otros a las máquinas, o a una combinación de estas tres cosas. La realidad es más complicada. Al menos en cuanto a la tecnología, la automatización ha generado y destruido puestos de trabajo. Hay tanto ganadores como perdedores.

X.: ¿Y los valores empresariales?

J.: Los valores, y la no regularización y el poder. Por un lado, solo tienes que ver la reacción de los Estados Unidos con Huawei con el impacto que puede tener la tecnología 5G a nivel mundial. Está claro que Europa debe tener un enfoque común hacia este desafío. Por otro lado, existe el riesgo que aumente la fragmentación a causa de decisiones divergentes hechas por los estados miembros que intentan protegerse a sí mismos, que hace daño al mercado único digital. Por lo tanto, este asunto es prioritario.

X.: Cada vez más tareas son gestionadas por máquinas (que no solo son más eficientes que las personas, sino que no piden salarios altos, vacaciones, seguro médico ni planes de pensiones). Por lo tanto, las compañías requieren menos trabajadores y/o menos horas de sus trabajadores…

J.: Debemos de desaprender y volver a aprender. Tenemos que aprender trabajar con movilidad geográfica, flexibilidad para hacer trabajo desde casa, con las plataformas que habrá para todo y para todos (jóvenes, personas mayores, gente con alguna discapacidad, artistas, comunicadores…). Y por supuesto los tecnológicos. A día de hoy los diseñadores y programadores autónomos tienen la oportunidad de subcontratar su trabajo y cogerse unos días libres para estar con sus familias y de vacaciones cuando lo deseen… Se denomina “trabajo líquido”. Son los nuevos tiempos.

“Debemos de desaprender y volver a aprender”

X.: ¿Las ventajas de la economía del trabajo derivada del uso de estas nuevas tecnologías van más allá de proporcionar ahorros en costes a las empresas y ofrecer algún tipo de ocupación a los trabajadores?

J.: Este aspecto es fundamental para entender el nuevo mercado laboral y las oportunidades económicas. Todo tiene pros y contras. Hasta hace poco la cultura del trabajo era estar prácticamente en una sola empresa, toda la vida y a tiempo completo. Hoy en día mucha gente quiere estar como trabajadores independientes y no tienen intención de volver a una ocupación a tiempo completo. Trabajan por proyectos. Son nuevos perfiles, profesionales, que buscan trabajo abundante, y no puestos de trabajo cada vez más escasos. Se preparan para ser “trabajadores independientes, y no empleados a tiempo completo”.

X.: ¿Y esto impacta en la ocupación?

J.: Además de afectar a la cantidad de puestos de trabajo, la tecnología puede tener un gran impacto en la calidad de estos. A algunos les preocupa que la automatización robe puestos de trabajo, mientras que otros insisten que, de hecho, los mejoran. En realidad, las dos afirmaciones son ciertas. Las máquinas han afectado ya a los trabajos cualificados, tanto aumentando como reduciendo la demanda de ocupación en los diferentes niveles de cualificación.

“Las máquinas han afectado ya a los trabajos cualificados, tanto aumentando como reduciendo la demanda de ocupación en los diferentes niveles de cualificación. “

X.: Con unas habilidades más adecuadas, habría más gente que se encargue de trabajos más satisfactorios y productivos…

J.: Ya hay un gran debate sobre si se debería proporcionar una “red de seguridad” en forma de una renta universal básica. Creo que una renta garantizada no solucionará todos los problemas a los cuales nos hemos estado enfrentando. La ocupación es importante para el propio bienestar, y proporciona a muchos una razón de ser. Tal como dijo Voltaire: “El trabajo nos libra de tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad”.

X.: ¿En lugar de educar a los niños en puesto de trabajo del pasado, tendríamos que estar preparándolos para el futuro?

J.: Siempre subestimamos el ritmo del cambio tecnológico porque las tecnologías que se inventarán de aquí a veinte años no se inventarán con la tecnología actual. Se inventarán con las tecnologías disponibles de aquí a veinte años que, por supuesto, todavía no hemos soñado. Parafraseando al ingeniero eléctrico y físico Dennis Gabor: “no podemos predecir el futuro, pero podemos inventarlo”.

X.: Muchas gracias, Jordi Griful por esta dosis de futuro. ¡Nos vemos de nuevo muy pronto!