¿Cuánto tiempo dedicas al día para cuestionarte las cosas?

Isambard Kingdom Brunel fue un ingeniero inglés del siglo XIX. Es mayormente conocido por ser el creador de la línea de ferrocarril Great Western, una serie de famosos barcos de vapor, así como numerosos puentes de gran importancia en el Reino Unido. Este visionario imaginó un sistema integrado de transporte en el que fuera posible para los pasajeros embarcar en un tren en Londres y desembarcar de un barco en Nueva York.

Brunel pensó en un viaje de un continente a otro cien años antes de que surgiera el diseño como profesión, pero muy probablemente estaba ya utilizando la metodología del Design Thinking para resolver problemas y crear innovaciones capaces de cambiar el mundo. ¿Qué conexión hay entre Brunel, el Design Thinking y las grandes innovaciones que estamos viviendo los últimos años?

El cambio. En tiempos de transformación digital necesitamos nuevas alternativas, nuevas ideas. Brunel trabajaba durante la época dorada de la Revolución Industrial, cuando la vida y la economía de las personas era reinventada. Hoy en día estamos, otra vez, viviendo un cambio masivo. Y este cambio nos obliga a poner en cuestión aspectos fundamentales de nuestra sociedad: Cómo alimentarnos mejor; cómo nos educamos; cómo nos mantenemos seguros… Necesitamos nuevas soluciones porque debemos seguir innovando.

Tenemos la suerte de vivir en un momento histórico en el que los problemas de las personas y los de las marcas viajan juntos de la mano.

¿Por qué el Design Thinking?

Porque nos da una manera nueva de enfrentarnos a los problemas. En lugar de volver por defecto a nuestro enfoque normal convergente, en el que hacemos la mejor elección de unas alternativas disponibles, nos anima a tomar un enfoque divergente para explorar nuevas alternativas, nuevas soluciones, nuevas ideas que no han existido antes.

La razón por la que el Design Thinking es tan importante hoy en día para las empresas es porque es la única (y gran) ventaja competitiva que se puede tener: si eres capaz de resolver las necesidades de tus clientes y estos son leales a tu marca, siempre vas a ganar.

Piensa, por ejemplo, en algunas de marcas icónicas como Apple, Uber o incluso Airbnb. ¿Sabes qué tienen que ver estas grandes empresas con el Design Thinking? Todas compiten entre ellas para estar siempre a la última en acercar la experiencia del usuario a sus productos y servicios.

En primer lugar tienes que tener en cuenta a las personas.

Cómo desarrollar el Design Thinking en tu empresa

No importa la industria, sector ni actividad que realice tu empresa. Se trata de empezar en pequeño, por las personas. La idea de cómo conectar con tus clientes es pensar en como es el día a día en su vida. Cómo podemos ponernos en su lugar y entender realmente cuáles son los problemas a los que se enfrenta.

Design Thinking en la empresa

Este es el proceso que se suele utilizar para equipos que trabajan con la metodología de Design Thinking:

  1. Abre tu mente a las posibilidades: Identifica cuál es el objetivo y acepta que no sabes cuál es la respuesta a tu problema.
  2. Habla con las personas: Lánzate al mundo. Ve a buscar a tus clientes y consumidores. Debes empatizar con ellos y ser capaz de entender a través de su punto de vista qué es lo que necesitan, qué es lo que quieren.
  3. Reflexiona: Tómate tiempo para pensar y aprender de todos los inputs que te han llegado.
  4. Diseña, crea y evalúa: Esta es una pieza clave en el proceso de Design Thinking, ya que no sólo se da una vez sino que se diseña, crea y evalúa tantas veces como sea necesario llegar a la solución perfecta.
  5. Desarrolla: En el momento que tienes clara la solución es muy importante que dispongas todos los detalles sobre cuánto tiempo y cuánto dinero te supondrá llevar a cabo tu solución.

Con esta metodología se aportan soluciones que reflejan que hay gente que piensa “Out of the box”, fuera de la forma habitual de trabajo, para alcanzar cosas que a veces son realmente innovadoras.

En conclusión, para poder hacer frente a los retos de la transformación digital, las empresas deben potenciar la creatividad y que sus equipos estén siempre, constantemente, probando nuevas soluciones sin miedo al fracaso.