La innovación es un factor importante en las empresas. Innovar ayuda a explorar nuevas vías para ofrecer un valor diferencial y poder así obtener una ventaja competitiva en el mercado.

El informe Global Innovation 1000 indica que las 1.000 mayores empresas cotizadas aumentaron su inversión un 11,4% en 2018 respecto el año anterior, llegando a los 782 billones de dólares. Este aumento de la inversión en innovación se ha producido de forma generalizada en todas las regiones y, prácticamente, en todas las industrias.

Cómo innovar en la transformación digital

Además, el estudio realiza un ranking de las empresas que más inversión en innovación realizan cada año y para el 2018, Amazon, Alphabet, Volkswagen, Samsung, Intel, Microsoft y Apple han sido las 7 empresas que encabezan este ranking.

La mayor inversión en I+D en el 2018 se ha realizado en el sector de los cuidados de la salud y sistemas y electrónica. Se estima que el sector con mayor incremento de inversión para los siguientes 2 años será el sector del software e internet.

A parte de analizar la inversión realizada en innovación, el estudio también realiza una encuesta a usuarios sobre su percepción de las empresas más innovadora. El resultado muestra que Apple, Google, Amazon y Microsoft son consideradas las empresas más innovadoras del mundo.

Las 10 compañías más innovadoras

El estudio realizado muestra que las compañías que más invierten, así como el sector con mayor crecimiento en inversión I+D tienen un claro componente digital y se invierte cada vez más en el sector del software e internet.

La evolución del sector de internet, y de la tecnología en general, ha abierto muchas oportunidades y prueba de ello es la creciente creación de startups tecnológicas especializadas en resolver problemas de negocio concretos. Sólo en España, en 2018, figuraban 3.258 statups y en China, durante el 2017, ¡se crearon una media de 12.000 startups cada día!

La creación de tantas startups se debe a que las nuevas generaciones prefieren crear sus propias startups y trabajar en organizaciones más dinámicas, con menos burocracia y en proyectos que les motiven. Disuadir a estos jóvenes de su idea de negocio para que se incorporen a una gran empresa está siendo cada vez más costoso y, en algunos casos, una guerra por el talento.

Cómo innovar de la mano de startups

La evolución del mercado ha provocado que las empresas tengan que abordar un proceso transformación digital para poder seguir siendo competitivas y ofrecer un mayor valor añadido a sus clientes.

Esta situación ha forzado a las organizaciones a replantear su estrategia de innovación y a combinar la inversión en I+D interna con un sistema de innovación abierta, colaborando y adoptando la innovación proveniente de startups. Además, no todas las ideas pueden salir del equipo de I+D de la empresa. Entonces, ¿cómo interactuar y aprovecharse de la innovación que realizan estas startups?

Incubadoras corporativas

Las incubadoras son programas que ayudan a emprendedores a desarrollar una idea de negocio y a situarla en el mercado. En este modelo, las organizaciones reciben ideas de negocio externas con potencial crecimiento. Normalmente, las ideas escogidas para los programas de incubación están relacionadas con el negocio de la organización y su cadena de valor.

En esta fase las startups reciben el acompañamiento necesario para llevar la iniciativa al mercado es mayor y las organizaciones suelen aportar capital, ayudas en la búsqueda de financiación, asesoramiento legal, espacio de trabajo, consejos de expertos en el negocio, formación, etc.

A cambio de la inversión que realiza la organización, se acostumbra a solicitar una participación en el accionariado de la startup. Una vez la startup ha finalizado el programa de incubación, esta sigue su camino en solitario en el mercado.

Las incubadoras son una solución que permite para captar y aprovechar el talento que no quieren trabajar en las grandes empresas y participar en la propiedad intelectual que se cree.

Aceleradoras corporativas

Las aceleradoras corporativas (por ejemplo, Wayra de Telefónica) son un mecanismo para colaborar con startups que ya han sido constituidas legalmente, con un producto y una idea de negocio ya creada. Es decir, la innovación se ha realizado de forma externa a la empresa.

Para poder captar las mejores startups, las organizaciones ofrecen programas acotados en tiempo y recursos tales como inversión, espacio de trabajo, consejos de expertos, acceso a potenciales clientes, etc.

Para rentabilizar la inversión realizada, los programas de aceleración acostumbran a pedir un porcentaje de participación en la startup que oscila en función de los recursos aportados.

Venture Builder

Los ventures builders son una extensión del departamento interno de I+D de la organización. Cuando surge una idea de negocio dentro de una gran compañía, esta se desarrolla con el objetivo de crear una startup y diversificar el modelo de negocio con iniciativas en las que no está directamente implicada la organización.

En estos casos, las organizaciones aportan la mayor parte de los recursos para su desarrollo y, cuando está lo suficientemente madura, la startup sigue su camino como una empresa independiente.

Otra opción interesante para muchas organizaciones consiste en externalizar la creación de su propia startup corporativa con un partner que se encargue de todo el proceso, esto es, desde la gestión, la búsqueda de financiación, las acciones de marketing hasta el desarrollo tecnológico de la solución. En Quantion hemos realizado diferentes proyectos de este tipo y la experiencia nos ha demostrado que para las compañías es uno de los métodos más ágiles y seguros a la hora de innovar.

En este modelo, la organización es propietaria mayoritaria de las participaciones sociales de la startup o incluso del 100% de la empresa creada.

Capital riesgo

Esta es la opción más extendida en la que las startups reciben financiación por parte de las organizaciones sin que estas participen en el proceso de desarrollo. A diferencia de las aceleradoras, los fondos de capital riesgo corporativos aportan una inversión mayor y las startups en las que invierten se encuentran en una fase más avanzada, son empresas más maduras. Un ejemplo puede ser el vehículo inversor del Banc Sabadell (Sabadel Venture Capital) con una inversión inicial de hasta 1M € y un acompañamiento con un importe máximo de 2M €.

El capital riesgo permite a las organizaciones participar en startups para, en un futuro, obtener una plusvalía con la venta de las participaciones, adquirir la propiedad intelectual, absorber el equipo, su conocimiento y el negocio generado.

Otras opciones para impulsar la innovación

Digital Hub

Cuando las startups dejan de ser startups (por ejemplo Microsoft, Google, Salesforce, etc), las organizaciones ya no pueden captar su atención para incubarlas, acelerarlas o invertir en ellas para adquirir la propiedad intelectual, el equipo y el negocio.

Existen soluciones tecnológicas de código abierto, mantenidas por la comunidad de desarrolladores, que pueden solucionar las necesidades de negocio de la organización y que no encajan en los programas de innovación comentados anteriormente.

La creación de un Digital Hub con un equipo de personas internas a la compañía (por ejemplo el Digital Hub de Ferrovial), permite centralizar la búsqueda de soluciones de todo tipo para los distintos retos que pueda tener la organización.

Radar tecnológico externo

Sin embargo, también hay muchas organizaciones que no tienen la capacidad, conocimiento o recursos para crear su propio Digital Hub, de modo que cada vez más empresas apuestan por externalizar la búsqueda, análsisis y evaluación personalizada de soluciones, plataformas, startups y tendencias tecnológicas que den respuesta a sus retos de negocio. En Quantion, por ejemplo, ofrecemos nuestro servicio de Innovation Scouting para llevarlo a cabo y hemos conseguido grandes resultados para nuestros clientes.

Cada vez más empresas apuestan por externalizar la búsqueda, análsisis y evaluación personalizada de soluciones, plataformas, startups y tendencias tecnológicas que den respuesta a sus retos de negocio.

Conclusión

El modelo de innovación más adecuado para cada organización dependerá en gran media del tamaño de la organización, de los retos de la compañía y sus capacidades para poder abobarlos. A partir de nuestra experiencia, antes de nada la empresa debe tener claro para qué quiere innovar, esto es, con qué finalidad (¿para posicionar la marca como innovadora?, ¿para optimizar sus procesos?, ¿para disponer de nuevos productos o servicios?…) y ser realista con el presupuesto que se quiere destinar. Este será el punto de partida para activar algunas de las iniciativas que hemos visto.

Cabe destacar que en función de los objetivos a cumplir, es probable que no se pueda elegir un método de innovación en concreto y que la mejor alternativa sea combinar dos o más modelos de innovación para obtener el máximo retorno de la inversión.