“Engagement es un anglicismo que se puede traducir como ‘compromiso’ o ‘fidelidad’. Se utiliza en el mundo organizacional para hacer referencia al nivel de compromiso e implicación que tiene una persona con su empresa”.
El objetivo de las empresas es incorporar el mejor talento y por supuesto retenerlo. Lo que les pasa a muchas empresas es que efectivamente, tienen acceso a los mejores, pero después se olvidan de cuidarlos y esto implica índices de rotación elevados.
Para fomentar el engagement, es imprescindible no solo preocuparse por el empleado el día de su incorporación o en sus primeras semanas sino durante todo el desarrollo de su carrera profesional.
10 claves para mejorar el Engagement
Horario flexible: qué mejor manera de conseguir una óptima gestión del tiempo. Adapta la jornada para ayudar a tu equipo a conciliar la vida familiar, personal y profesional.
Teletrabajo: mejora la calidad de vida de las personas y aumenta la productividad. ¡Siempre buscando un equilibrio con el trabajo presencial para no perder los beneficios que ofrece el trabajo en equipo!
Desarrollo profesional: ofrecer nuevos retos, desarrollar el potencial de todo el equipo, impulsar y fomentar el aprendizaje para que cada uno brille en lo que se le da mejor. Es importante que la persona sienta que realmente hay una evolución y un progreso.
Festivos adicionales: ¿Por qué no añadir días libres a tu calendario de empresa? Una buena opción puede ser en el día del cumpleaños, o bien festivos adicionales en épocas de Navidad o Semana Santa.
Formación: La transformación digital obliga a las empresas a cambiar muy rápido y tu equipo debe estar capacitado para avanzar a ese ritmo. La formación es una inversión cuyo objetivo es fomentar el crecimiento del equipo, les ayuda a hacer mejor su trabajo y a alcanzar nuevos roles y responsabilidades.
Buen ambiente: rodéate siempre de “gente buena y buena gente”, ¡rodéate siempre de los mejores!
Menos jefes y más líderes: Un/a jefe lo es porque así lo dice su cargo. Un líder es aceptado por el equipo, guía, transmite confianza, colabora, comparte información y sabe escuchar.
El líder es comprensivo, reconoce los éxitos y también es el primero en arrimar el hombro ante los problemas para encontrar soluciones.
Comunicación: Mantén una comunicación transparente con el equipo. Realiza reuniones periódicas para transmitir la información en ambos sentidos. Escucha al equipo, sobretodo las críticas, porque eso favorecerán la evolución del negocio.
Espacios que motivan: Buena iluminación, zona de hamacas, un futbolín, una diana, sofás, etc. son complementos que pueden ayudar a crear espacios confortables donde la gente pueda sentirse a gusto y pensar con tranquilidad o simplemente, desconectar.
Cultura y valores: Rodéate de un equipo que encaje con los valores y con la cultura de la empresa, con una forma de pensar, sentir y actuar.
Recuerda que la felicidad y el bienestar son factores muy importantes para cualquier persona y, por tanto, también lo son dentro del ámbito laboral. Apuesta por un modelo de negocio que fomente el bienestar físico y mental de tu equipo, ¡conseguirás una relación win-win!